Este trabajo empezó como una distracción y se convirtió en una pesadilla, por la falta de tiempo.
No me gusta dejar las cosas para última hora, pero lo que empezó con unos pololos, terminaron siendo tres, claro que lo que mas se tarda es en hacer las puntillas porque en cortar la tela y coser no se tarda nada.
Mi niña con los pololos, la verdad que siempre es un placer hacerles cosas porque lo disfrutamos por partida doble, a ellas les encanta lo que les hago y a mi hacérselo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario