El sábado mi amiga Esther y su marido Miguel nos invitaron a su casa a cenar para pasar un rato juntos, siempre es un placer estar con ellos son muy hospitalarios y unas bellísimas personas, es de esa clase de gente que te hacen sentir como de la familia.
Inauguramos un rinconcito de su casa, precioso y muy acogedor, decorado con un gusto exquisito, además de con muchísimo cariño.
Se merecen que la vida les trate bien, y puedan disfrutar muchos años de su casa junto a sus hijas.
Todos los días son una lucha, pero hay algunos que tienen un brillo especial, ella es un ejemplo de valentía, entereza y sabiduría.
Mis mejores pensamientos para vosotros os lo merecéis.
Desde mi pequeño taller daros las gracias porque pasamos una
noche estupenda , nos debéis la visita.
Muchos besooos para todos.
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